ESTOS CUADROS ME SUENAN

 

Las grandes obras maestras pictóricas de la Historia del Arte forman parte de la imagen colectiva popular de nuestra sociedad occidental. Ahora bien, raramente nos paramos a pensar en todo el contexto social que hay más allá del lienzo o del autor de ese cuadro. Para comprender en su totalidad esas magníficas pinturas debemos conocer todo el ámbito que las envuelve. Una de las mejores maneras de comenzar a ponerlas en su contexto es a través de las demás disciplinas artísticas contemporáneas, como la música.

 

El primer e icónico óleo es el Tríptico del Jardín de las Delicias de ‘El Bosco’ (1450-1516), pintado en la década de 1490.  comparte exactamente la cronología y, en el segundo caso, el mismo espacio geográfico, los Países Bajos, de  Pedro de Escobar (ca.1465-1535) y Josquin Desprez (ca. 1450 – 1521). De Escobar escucharemos el 'Introito' de su Misa de Difuntos, el primer Réquiem polifónico de la Península Ibérica que sonó seguramente en las exequias de Isabel la Católica, y que hoy interpretaremos como homenaje a todos los fallecidos por el COVID 19. De Josquin Desprez podremos comprobar la delicada poesía de su magnífico Ave Maria, que se relaciona estrechamente con la poética sensualidad de la pintura de ‘El Bosco’.

 

 ‘Tiziano’ (1490-1576), y su cuadro 'Carlos V en la Batalla de Mühlberg' nos muestra al emperador en todo su esplendor, orgulloso de todas las gestas bélicas conseguidas bajo su mandato. Otra de sus épicas gestas militares, la Batalla de Pavía (1525), en coalición con el duque de Milán Francisco I Sforza contra las tropas francesas que ocupaban la ciudad italiana de Pavía, es narrada con pelos y señales en la formidable 'La Bataglia Taliana', del compositor flamenco afincado en Milán Mathias Werrecore (ca.1500-1575). En esta obra, del subgénero musical ‘batalla’, de moda en la época en toda Europa, conoceremos el desarrollo de la contienda bélica mediante todo tipo de recursos y audacias musicales: diálogos, onomatopeyas, refranes, narraciones, descriptivismo musical…Todo ello en una extensa pieza, consta de tres partes.

 

Hemos incluido a dos de los maestros de capilla de la Catedral de Toledo coetáneos a 'El Greco' (1541-1614)   Alonso de Tejeda (1540-1614) que con su composición Tuam Crucem pone la banda sonora perfecta para el cuadro La Crucifixión, y Alonso Lobo, quien compone la sensual Ego flos campi, contrapunto ideal para Pandora, obra escultórica atribuida a ‘El Greco’. También escucharemos 'O quam suavis est Domine', de Sebastián de Vivanco (ca. 1551 – 1622), motete para la festividad del Corpus Christi publicado en Toledo en 1610 y que relacionaremos con 'La Resurrección de Cristo'. Tomás Luis de Victoria en 1605 compuso en Madrid  'Taedet animam meam', lección de difuntos que conjuga espectacularmente bien con la trágica obra de Theotokópoulos 'San Sebastián', representado en pleno martirio con una tez blanquecina absolutamente mortuoria y con una multitud de flechas atravesando su cuerpo.

 

De Diego de Velázquez (1599-1660)  nos detendremos en el retrato de El príncipe Baltasar Carlos, cazador, retratado en plena naturaleza, perfecta excusa para degustar la deliciosa A la dulce risa del alva de Mateo Romero (1575-1647), compositor e intérprete español tan afamado en la corte como lo pudo ser en su día Velázquez.  De Romero podremos disfrutar de otras dos de sus composiciones, Entre dos mansos arroyos, que pondrá el contrapunto sonoro al retrato campestre de Felipe IV cazador, y Aquella hermosa aldeana, prodigiosa pieza amorosa a la que le viene como anillo al dedo el lienzo Las hilanderas. Para finalizar esta singular velada disfrutaremos de Las Meninas, con la interpretación musical de 'Desde las torres del alma' de Juan Blas de Castro (1561-1631), intrincado romance amoroso digno de la obra maestra del pintor sevillano.